Definitivamente en el país no estamos en presencia de una burbuja inmobiliaria.
Para que exista una burbuja debería haberse producido lo
siguiente:
1.- Créditos hipotecarios: Que los Bancos y Cias de seguro
hubieran otorgado créditos hipotecarios a deudores no sujetos de crédito ya sea
por no tener trabajo o un trabajo que le signifique ingresos que no le permita
cancelar el dividendo. Hasta ahora, de lo que se sabe del mercado, las
instituciones financieras están operando estos créditos bajo las restricciones
habituales.
2.- Créditos de construcción a inmobiliarias: Al igual que
en el caso anterior lo que trasluce el mercado es que estos créditos se han
otorgado a las inmobiliarias con los controles de riesgo habituales.
3.- Debacle económica: Si hubiera un fuerte frenazo en la
economía del pais, quedaría mucha gente sin trabajo o con rebajas importantes de éste,
por lo cual no podrían cancelar sus dividendos, caerían en mora y sus
propiedades saldrían a remate y las instituciones financieras recuperarían solo
una parte del préstamo otorgado. Este escenario no se ha dado y muy por el
contrario la economía se ha mantenido con un crecimiento en torno al 6% anual,
hay casi pleno empleo y los salarios promedio han subido. A corto plazo no se
avizoran nubes en el horizonte.
En resumen, no hay fundamentos de mercado que justifiquen
hablar de burbuja inmobiliaria. En cambio lo que sí existe, y es muy diferente
a una burbuja, es una escalada de precios de venta, cuya explicación trataremos
de explicar en otro “post”.
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